En este texto encontrará numerosos modelos construidos para empresas,
por lo cual verá que el análisis de los mismos conduce a decisiones “óptimas”. Esto suena
muy bien: ¿qué podría haber mejor que una decisión “óptima”? Pero el lenguaje puede ser
engañoso si no se comprenden a fondo los conceptos en cuestión. En este contexto, la decisión
óptima es la que ofrece la mejor respuesta para el problema abstracto planteado en el modelo;
por ejemplo, una respuesta que maximice las ganancias. Pero, ¿acaso es también la mejor respuesta
para la situación de la vida real que, por principio de cuentas, nos indujo a construir el
modelo? Esto es lo que tendrá usted que averiguar, sobre todo antes de poner en práctica la recomendación
extraída del modelo. La decisión de aplicar o no una recomendación en particular
siempre es una cuestión de juicio, pero la calidad de tal juicio dependerá, en un grado considerable,
de lo bien que haya comprendido usted la relación entre el modelo y la situación real que
se ha intentado reflejar en él.
- Teacher: Lewkonoe Arias Salazar